EDITORIAL

A prueba de “idiotas”.

Podría decirse que el ser humano es político por naturaleza, pues se ha encargado desde sus inicios de crear grupos organizados principalmente en patrones de rango y poder. En todas partes del mundo se han establecido modelos sociales donde hay unos líderes que tienen una influencia mayor sobre el ciudadano común y que participa activamente en el establecimiento de normas, deberes y derechos que afectan a la población civil.

Como resultado de un proceso global que ha traído consigo ideologías de gobierno como el zarismo, socialismo, capitalismo, fascismo, totalitarismo, principados, democracia, entre otros, podemos encontrar una variedad enorme en cuanto a formas de gobierno existentes en el mundo.

Dentro de nuestro entorno nacional contamos con un modelo de gobierno democrático que se supone cuenta con tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial. Estos a su vez se encargan de regular su accionar entre sí, para evitar que cada una de estas ramas del Estado sobrepase sus obligaciones y evitar así actos de ilegalidad dentro de éstos.

Sin embargo basta con observar los niveles de corrupción, que según la corporación Transparencia por Colombia hacen perder anualmente 4,2 billones de pesos al Estado. Para saber que más que un trabajo de regulación entre los poderes hay un vínculo de clientelismo entre sí.

En una situación como ésta, cuando la ciudadanía queda a merced de los intereses particulares de sus gobernantes, es cuando el periodismo juega un papel crucial como forma alternativa para este fin de control.

El periodismo debe ser el elemento que informe al ciudadano cuando las vías legales no hacen un trabajo adecuado; debe ser el que se encargue de denunciar y hacer visibles los casos de zoofilia política por parte de los dirigentes.

Por esto no es de extrañar, que en los momentos en que una nación se encuentra inmersa en un régimen autoritario, el Estado trate de convertir los medios de comunicación en sus portavoces oficiales, de silenciarlos mediante el cierre o la toma de represalias contra aquellos que se oponen a éste.

Nosotros los periodistas de Letras Oxidadas trataremos de contribuir un poco en la prevención de la idiotez (proveniente del griego idios y que se usaba para referirse a quien no se preocupa por los asuntos públicos.) al exponer desde géneros como la reseña, la entrevista o el análisis, los factores que directa o indirectamente nos afectan como ciudadanos del Oriente Antioqueño.

lunes, 8 de noviembre de 2010

De la periferia al centro

Por Cheli Melisa Llano (Análisis)


El acelerado desarrollismo, la concentración urbana, las visitas diarias de foráneos; el abrumador crecimiento que vive el municipio de Rionegro, ha obligado a las autoridades del municipio a plantear soluciones en diferentes ámbitos, entre ellos la movilidad.
El caos vehicular es uno de los problemas más evidentes en esta ciudad en desarrollo. En un municipio de vías estrechas, vendedores ambulantes y transporte público ocupando el espacio de las vías y las aceras, semáforos irrespetados; en un municipio que en algunos sectores parece una gran ciudad y en otros el más retrasado de los pueblos, es difícil no desesperarse.
El plan vial de la actual administración contempló la construcción de 10 kilómetros de vías, pero no había ninguna especificación sobre los lugares en que debían construirse. Los Juegos Suramericanos Medellín 2010, de los cuales Rionegro fue subsede, ayudaron a decidir las vías que serían las ampliadas.
Con ayuda presupuestal del Instituto Nacional de Concesiones (INCO), se inició la ampliación de 2.8 kilómetros que conectan la vía Llanogrande con la Autopista Medellín-Bogotá, doble calzada Juan de Dios Morales. También se construyeron 9.6 kilómetros de lo que se llama Sistema Vial del Rio, calle que hoy es poco transitada por peatones, dada la delincuencia producida en los últimos días por esa zona. Finalmente, se pavimentaron 1.5 kilómetros de una vía veredal.
“Misión cumplida”, dice el Secretario de Infraestructura Diego López, eran 10 y construyeron 13.5 kilómetros. Ahora la periferia del municipio se ve hermosa y organizada. Pero ¿qué hay del centro? Las vías aledañas al parque de Rionegro se hacen intransitables y la solución parece lejana.
Las vías céntricas se ven ocupadas por buses y taxis de transporte municipal e intermunicipal, el Secretario de Gobierno y Tránsito, David Quintero, asegura que se evalúa si Rionegro necesita una terminal central o dos, al norte y al sur. Los vendedores ambulantes y sus carretillas encuentran, en cada esquina de las vías principales, el mejor punto de venta. La remodelación de la plaza de mercado tradicional y la construcción de una plaza mayorista, alejada del mercado, donde iban a ser reubicadas las ventas informales, los obligó, según ellos, a buscar nuevos espacios para ofrecer sus productos.
Las amplias aceras de algunas vías que conectan al parque principal, que dejan un espacio de dos metros para el paso vehicular, parecen no ser suficientes para algunos peatones. Los huecos en el pavimento de la Avenida Galán, calle que conecta con la zona comercial del municipio, afectan la movilidad de particulares y del transporte intermunicipal, que ante la prohibición de usar la Doble Calzada recién construida, entran y salen del municipio por allí.
En una entrevista realizada hace un mes,  el Secretario de Gobierno afirmó que el cambio de las rutas intermunicipales se debía a que estos buses estaban haciendo viajes urbanos, y que para evitar congestiones por la nueva vía se realizaría un reparcheo, previsto para los quince días siguientes a ese encuentro. Todavía hoy no ha iniciado.
Las soluciones previstas en el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial son a largo plazo. La construcción de un anillo vial      que desembotellaría  las calles que rodean el parque principal y la continuación del Sistema Vial del Rio que pondría como doble calzada la Avenida Galán, son las metas en este aspecto. Sin embargo, el presupuesto no es fácil de adquirir y la negociación de los predios, que con las obras anteriores fue un proceso largo y complicado, no ha iniciado.
Con esto no quiero decir que las vías construidas son innecesarias, sólo expreso la queja de varios rionegreros que se sienten ahogados en el centro de su municipio.
Mi pesimismo frente a las soluciones se da porque siete meses después de terminadas las obras quedan detalles que por falta de presupuesto no han podido finalizarse, un puente peatonal de 1200 millones de pesos, algunos semáforos y andenes, y pequeños aspectos de las glorietas. Esto me hace pensar ¿cuándo habrá dinero para descongestionar el centro?
El desarrollismo continua, la concentración urbana aumenta, los foráneos siguen llegando; el abrumador crecimiento que vive el municipio de Rionegro no se va a detener porque las obras viales lo hagan.

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